Las fuerzas del orden se han convertido en el último blanco de la violencia de la extrema izquierda. Además de los episodios vividos en EEUU en los últimos meses, donde incluso el Partido Demócrata se ha sumado al movimiento que pide dejar de financiar a la policía, en Europa y España se suceden cada vez con mayor frecuencia las agresiones físicas y los ataques al prestigio y la labor de los cuerpos y fuerzas de seguridad. El último caso, el del diputado podemita Alberto Rodríguez, a quien el Tribunal Supremo ha abierto causa penal por supuestos delitos de atentado contra la autoridad y lesiones.
Que la extrema izquierda detesta la ley y el orden no es ninguna novedad, pero sí lo es la petición que ha hecho hoy el jefe de la delegación de VOX en el Parlamento Europeo, Jorge Buxadé, a la Comisión Europea pidiendo un plan de acción contra la violencia que sufre la policía. Lo ha hecho a través de una pregunta prioritaria con solicitud de respuesta en la que, poniendo el caso de Rodríguez como ejemplo, ha solicitado al Ejecutivo comunitario que ponga en marcha un plan de acción similar al que Bruselas anunció contra el racismo a bombo y platillo, esta vez para luchar contra la violencia sistemática que sufre la policía y que hace que, cada vez con más frecuencia, los agentes estén indefensos en el ejercicio de su trabajo.
En la misma pregunta, el portavoz europeo de VOX ha pedido a Bruselas que condene el acto de violencia del diputado podemita Alberto Rodríguez e incluya a los funcionarios de prisiones dentro del plan de acción contra la ola de violencia y discursos de odio que sufren nuestras fuerzas del orden.