Las autoridades han localizado a seis de los nueve inmigrantes fugados.
La fuga tuvo lugar tras la llegada, este pasado martes, de setenta inmigrantes a las costas de la Región de Murcia. Del total, nueve se dieron a la fuga, habiendo sido localizados seis de ellos en las últimas horas.
Las llegadas de inmigrantes a nuestras costas no se han detenido por la pandemia, sino que han seguido teniendo lugar, con especial relevancia en Murcia, donde han llegado decenas de ellos en las últimas semanas.
Estas llegadas han generado malestar entre los vecinos, que se han manifestado en contra de la presencia de los inmigrantes en el municipio, tal ha sido el caso del barrio murciano de San Antón, donde han tenido lugar algunas protestas.
La inseguridad generada entre los vecinos deriva de los positivos por coronavirus que se han dado entre algunos de los inmigrantes recién llegados, a los cuales se les realiza un reconocimiento médico y pruebas PCR, para conocer si están contagiados por el virus, según han informado fuentes policiales.
Lo teórico del procedimiento choca con lo caótico de la realidad, una realidad conocida por los vecinos de Murcia y otras regiones de España, que ven cómo el número de inmigrantes ilegales no deja de aumentar en sus municipios.
Este descontrol se debe a una falta de protocolo del Gobierno, cuya respuesta a este problema pasa únicamente por asimilar las personas que llegan en las embarcaciones a nuestras costas y que, poco a poco, generan una población inmigrante más notable en nuestro país.
Muchos de ellos, ante la falta de expectativas y soluciones del Gobierno, son internados en centros o albergues, tanto juveniles como de adultos, que provocan numerosas incidencias entre los vecinos que conviven en la zona.
Prueba de ello son los diferentes casos que han tenido lugar en Hortaleza o Casa de Campo, especialmente con los menores extranjeros no acompañados, y los numerosos delitos que han cometido, tanto robos como agresiones a viandantes.