Las políticas del Gobierno han provocado que España encabece la lista de países con una mayor pérdida de número de turistas extranjeros y en los ingresos que éstos aportan.
La gestión de la pandemia por parte del gobierno de Pedro Sánchez y de Pablo Iglesias ha llevado a España a la pérdida de un gran número de millones de visitantes internacionales durante este año. De acuerdo con un estudio realizado por el Instituto Nacional de Estadística (INE), entre enero y septiembre llegaron a España 16,8 millones de turistas internacionales, una cifra un 74,9% menor que la de 2019 y que ha sido cuantificada en 50,1 millones de turistas.
El gasto que dichos turistas realizaron en España se limitó a 17.775 millones de euros, un 75,9% menos que el año pasado, y que supuso unas pérdidas para la economía de nuestro país que de 55.980 millones de euros.
España ha sido de los países mas golpeados por la pandemia y su Gobierno uno de los más incapaces a la hora de gestionarla. Por eso nos encontramos con una tasa de contagio y otra de letalidad muy superior a la media. Este hecho ha provocado que los principales países emisores de turistas hayan tomado algunas medidas respecto a las facilidades que otorgaban a sus ciudadanos para visitar nuestro país y que han consistido en la imposición de una cuarentena obligatoria a todas las personas procedentes de España o, directamente, el cierre de sus fronteras.
En las estadísticas globales, España representa entre el 7% y el 9% de las pérdidas que, a nivel mundial, está provocando esta pandemia en el sector.
La Alianza para la excelencia turística (Exceltur), ha estimado la pérdida de ingresos totales en el mundo del turismo en 106.159 millones de euros al cierre del año. De acuerdo con estas previsiones, se produciría una contracción del PIB en el área del 69,6%. Estás cifras, siguiendo los cálculos del Banco de España, además, se traducirían en que la caída de este sector constituiría el 67% del descenso total del PIB nacional.
El número de trabajadores al que afectaría el desplome de uno de los principales sectores de nuestro país ronda los 600.000 divididos entre aquellos que han dejado o, directamente nunca estarán, afiliados a la seguridad social (281.000) y aquellos que, en la actualidad, se encuentran en situación de ERTE (315.000).
El portavoz del Grupo Parlamentario VOX, Iván Espinosa de los Monteros, denunciaba en el mes de junio la ausencia de medidas adoptadas por este Gobierno que han tenido como consecuencia el hundimiento de uno de los grandes bastiones de nuestra economía. El diputado por Madrid, además, recordaba la actitud hostil de algunos de los principales miembros del Ejecutivo (como es el caso de Alberto Garzón, ministro de Consumo) al referirse a este sector como “precario, estacional y de bajo valor añadido”, minusvalorando su aportación y olvidando que representa un porcentaje muy alto del PIB de nuestro país. Tambíen criticó la manera en la que otros miembros del Gobierno, como la ministra Teresa Ribera, aludieron al sector agrario al calificar a los agricultores como «esclavistas» y concluyó enfrentándose a la ministra Calviño y responsabilizándola de la destrucción del tejido productivo de nuestro país.
VOX también propuso una serie de medidas económicas y fiscales para fomentar la reactivación del sector turístico en nuestro país. La formación, siendo consciente de la importancia de la pandemia y que habrá que convivir con ella hasta que se generalice el uso de una vacuna aún inexistente, abogaba por la imposición de criterios sanitarios únicos en todo el territorio nacional, la realización de pruebas PCR en origen, el control de los aeropuertos y, en materia fiscal y económica, aplazar el pago de impuestos y cotizaciones a la Seguridad Social para los sectores más perjudicados como el turístico.