¿El Gobierno de la gente? No, el Gobierno de la ruina, como advirtió Abascal

"El gobierno de Sánchez es incompatible con el bienestar, el trabajo y la prosperidad de los españoles".

El PSOE ha hecho pública una campaña en la que se autodenomina como «el Gobierno de la Gente». Una campaña que coincide con la noticia de que España ha destruido 190.000 puestos de trabajo en agosto, mientras que el paro ha aumentado en 40.428 personas. Estas cifras llegan en un mes tradicionalmente bueno para los trabajadores, dadas las contrataciones propias de la temporada estival. Es decir, la estacionalidad (que normalmente beneficiaba al trabajador), también la ha destruido este «Gobierno de la Gente».

El presidente de VOX, Santiago Abascal, tras conocer los datos de paro, ha denunciado que «el gobierno de Sánchez es incompatible con el bienestar, el trabajo y la prosperidad de los españoles». «No cabe pacto alguno con el responsable de tanta ruina y tanta angustia», ha apostillado el presidente Abascal.

El Ejecutivo que preside Pedro Sánchez destaca en su campaña la «Gratuidad de Cercanías, Rodailes y media distancia RENFE, así como una parte de subvención a los abonos de transportes autonómicos y municipales». Una quimera más del Gobierno, que olvida el infierno fiscal que padecen las familias y las clases trabajadoras, que son quienes realmente subvencionan esta pequeña parte del transporte.

También se refiere a la subvención de 20 céntimos el litro de combustible. Una medida que ha sido «absolutamente insuficiente», tal y como ha denunciado el presidente Nacional de VOX, quien pidió que el Gobierno: “Elimine los impuestos abusivos sobre la luz, el gas y los carburantes, reduzca el IVA a los productos básicos, reduzca su Gobierno, el gasto político y sindical, ahórrenos la propaganda de su Gobierno y derogue las leyes climáticas que están arruinando el campo la industria y los hogares”.

Bajada del IVA de la luz: ¿ahora sí se puede?

Hoy el PSOE hace campaña celebrando que han bajado el IVA de la electricidad del 21% al 5%. Olvida el PSOE que VOX preguntó, en 2021, en el Senado, al Ejecutivo si rebajaría el IVA. En aquel momento, la excusa para no hacerlo fue que «era un impuesto armonizado de la UE y que no repercutiría en la factura eléctrica ni del gas». Casi dos años después de aquella respuesta, y con máximos en recaudación fiscal, el Gobierno vende como un logro esta bajada, que VOX ha exigido una y otra vez.

Respecto a la ganadería y la agricultura, el Ejecutivo olvida que, gracias a la estigmatización de ciertos alimentos por parte de este Gobierno (y en especial, del ministro Garzón en su cruzada contra la carne), miles de ganaderos se han visto afectados en sus negocios, que han tenido que abandonar. El Gobierno, en cambio, celebra subvencionar seguros con migajas, que no solucionan los problemas de fondo. Sin embargo, no escucha a VOX, que propone incentivos fiscales que permitan desarrollar empresas viables y rentables; garantizar que el agua sea un recurso accesible para todos los españoles con la interconexión de todas las cuencas, impidiendo la criminalización de los agricultores por el uso de los regadíos.

Aunque ahora el PSOE prometa ayudas para las rentas más bajas, con 200 euros para quienes ganan menos de 14.000 euros, mientras los españoles sufran, como ahora, una inflación desbocada de más del 10% (que en algunos productos básicos supera el 30%) y el IMV no lo cobren miles de personas que tienen derecho a ello, ninguna «ayuda» será suficiente. VOX viene reclamando la subida de todos los salarios, especialmente de los más bajos, pero, para ello, recuerda la formación deben reducirse «drásticamente» las cargas fiscales sobre las empresas, lo que generaría empleo estable y de calidad, tal y como indica la Agenda España.
Debe asegurarse el sistema de pensiones con la reducción drástica del gasto político y la superación del sistema autonómico que despilfarra fondos públicos. En vez de tirar el dinero de las ayudas, VOX propone fomentar el trabajo autónomo mediante la exoneración de la cuota mensual a quienes no lleguen al Salario Mínimo Interprofesional, acabando también con la figura del «falso autónomo».