La obsesión climática de Sánchez provoca el cierre de los pozos del Campo de Cartagena

Sánchez e Iglesias continúan su cruzada contra la industria en España.

Los golpes del ejecutivo contra la industria y la agricultura no cesan y, poco a poco, van arrinconando a los sectores más productivos del país: automoción, agricultura, industria o turismo.

Por si los tratados comerciales de la Unión Europea con países extracomunitarios no hubieran resultado nefastos para nuestros agricultores a la hora de vender sus productos, siendo en muchas ocasiones más rentable dejar los alimentos en las plantaciones antes que recogerlos, el Gobierno de Sánchez se ha propuesto dar otra estocada a un sector ya de por sí afectado por la crisis.

A lo largo del año pasado pudimos comprobar cómo la UE avanzaba en sus pasos hacia un acuerdo comercial con Sudáfrica, un país extracomunitario con el que mantendría relaciones contraviniendo uno de los pilares fundacionales de la Unión Europea y la Política Agraria Común, esto es, la preferencia de los países que la integran frente a terceros.

A los envites comerciales, que en muchas ocasiones abogan por los acuerdos con países que, además, no garantizan unas condiciones de producción óptimas, hay que sumar la agenda ideológica del Gobierno.

Esta agenda ideológica ha quedado de manifiesto en muchas ocasiones, especialmente en lo referido a economía verde o nuevas energías que suelen implicar un alto coste de producción y puesta en marcha, lo que agrava la incertidumbre y la dificultad de sectores ya de por sí golpeados.

Esta ambición y la imposición de una hoja de ruta, que también suele proceder de los burócratas bruselenses, ha conllevado importantes consecuencias sobre nuestra industria, que recientemente ha visto cómo se cerraban las térmicas de carbón o se limitaba el uso de los motores diésel, siendo este uno de los combustibles más importantes de la industria.

Sánchez, hacia el cierre de los pozos del Campo de Cartagena

Pero la obsesión de este Gobierno, que se arroga una falsa representatividad sobre los trabajadores españoles, ha ido un paso más allá y ahora avanza hacia el cierre de los pozos del Campo de Cartagena, algo que arruinará la agricultura más productiva de Europa.

El presidente de VOX, Santiago Abascal, ha asegurado que la cruzada de Sánchez e Iglesias es contra la España que madruga y que crea prosperidad, y ha afirmado que el binomio que integra el Gobierno es un peligro público.

VOX defenderá por todos sus medios la real protección del Mar Menor y su compatibilidad total con la agricultura que es el modo de vida de una gran parte de los españoles de la región”, ha sentenciado en referencia a un tema que ha sido silenciado sistemática e inexplicablemente, ya que, además de haber sido una de las regiones en las que VOX ha contado con más apoyo, es una de las zonas de mayor producción agrícola de España.

«Vamos a oponernos por todos los medios legales a la intención del gobierno de Sánchez e Iglesias de ahogar la agricultura del Campo de Cartagena, ejemplo de productividad, ingenio y esfuerzo; y arruinar a miles de familias. El campo es irrenunciable«, escribía Jorge Buxadé, vicepresidente primero de VOX.